CORRIENTES IDEOLÓGICAS.

Vivimos una etapa de la historia en la que existen una gran cantidad de corrientes ideológicas enfocadas al crecimiento espiritual, expansión del pensamiento y crecimiento del ser, éstas no solo corresponden a movimientos de corte religioso, sino a “filosofías” que pretenden orientar a las personas a un encuentro consigo mismo y un rumbo claro y definido en lo que se refiere a su relación con el entorno, sin embargo, si bien en algunos casos la ideología manejada es “buena”, muchas veces se apartan del reconocimiento al Dios Único y Supremo Creador de todo cuando existe, y colocan a la persona como el centro de todo, como si de ese ser humano dependiera en realidad el rumbo, cuando es Dios quien tiene el control, Jeremías 10:23: Yo sé, oh SEÑOR, que no depende del hombre su camino, ni de quien anda el dirigir sus pasos, por tanto, dichas corrientes se alejan de la verdad, y ofenden la Omnipotencia de Dios siendo la fuente de la vida, el pensamiento y el razonamiento, de tal forma, que aunque los pensamientos que se ofrecen parecen buenos para mejorar y cambiar el rumbo de vida, jamás debe ser alejado de la voluntad de Dios.

Por tanto, toda aquella persona que se conecta con dichas teorías y las comienza a aplicar en su vida diaria y en todas las áreas de su vida, sin considerar a Dios como el centro y fuente de todo, caerá irremediablemente en error, y en los vicios de sentimientos erróneos como la ira, la soberbia, egocentrismo que ciega a la verdad y que confunde al hombre de destino final que es la Gloria Eterna, y para la cual todas las personas somos llamadas en santidad, servicio y amor al prójimo y a Dios, sin estos últimos dones nos perderemos en el camino terrenal, y pondremos en riesgo el cielo prometido.

En lo que se refiere a las religiones, existen muchas corrientes cuya interpretación de Dios es distinta y todo lo que gira en torno a su divinidad es desviada sin fundamentos válidos, siendo muchas veces solamente “negocios” de cuyos “fieles” se obtienen importantes ganancias, lucrando con la fe y peor aun pretendiendo usar el poder de Dios como mercancía, cuando en realidad las bendiciones de Dios son un don gratuito y mejor aún, su amor es totalmente accesible para todas y todos sin importar quién eres o hayas hecho, pero además no tiene límites, por lo tanto, se debe tener cuidado de aquellas religiones cuya interpretación reducen a la persona como una ser limitado y lo alejan de su verdadero significado como HIJO o HIJA de Dios.

¿Cuál es el camino correcto?, aquel que te dignifique como hijo o hija de Dios, que te enseñe a respetar y obedecer la ley de Dios y sus designios, que te muestre la misericordia de Dios en su magnificencia y que te ayude a seguir el camino al cielo como destino, es ahí donde sin duda, también Dios está presente y bendice.

Sin duda alguna, los católicos, creemos que nuestra iglesia fue fundada por el mismo Dios, Jesús, Segunda Persona de la Trinidad Divina, quien en su venida, predicación, muerte, resurrección, permanencia en el mundo hasta el fin de los tiempos y segunda venida se fundamentan los principios y cánones de la religión católica, teniendo además la institución de la eucaristía como un regalo divino a la humanidad para poder alimentar el espíritu con su Cuerpo y Sangre que salvan y vivifican, y nos acerca a ÉL. Es ahí donde radica el poder y el centro de nuestra fe.

Sin embargo, el afán de este texto no es desdeñar otras religiones, mientras ellas cumplan con la función que se ha mencionado anteriormente, sin olvidar nunca que la fe no es negociable, y que Dios es el centro de todo.