EL AMOR DE JESÚS SACRAMENTADO

¡Jesús Vive! el lugar más hermoso para encontrarlo es en el Santísimo Sacramento, cuando tu corazón busque paz, ve hacia Él, cuando sientas que tu vida no tiene sentido, que lo haz dado todo, que lo haz hecho todo, que lo haz perdido todo y no sabes más que hacer, ¡búscalo! siempre te está esperando, amorosamente con toda su gracia y su poder, siempre que necesites que alguien te escuche, no dudes acude a su llamado, porque el siempre estará listo para escucharte, pero sobre todo darte la mejor solución a cualquier situación, el sabrá obrar con sabiduría sobre esa situación que te agobia y no te deja estar en paz.

A Jesús Sacramentado le encanta escucharnos y es feliz cuando estamos frente a Él, le es grato conversar con nosotros y darle a nuestra alma de aquello que tanto necesita para alcanzar mas su gracia y misericordia, no hay nada que pongas en sus manos que no tenga solución, pero sobre todo tendrás una gran oportunidad para estar junto a Él, muy cerca con toda su gloria y esplendor para adorarle, glorificarle y agradecerle por haberse encarnado de María Santísima, nuestro Reina y Señora, para salvar al mundo y ofrecernos el privilegio de la promesa del cielo y el perdón para estar de la mano de Dios mismo.

Nuestro Salvador, quiere estar cerca de nosotros, nuestro Dios vivo, está siempre donde tu oración se eleve con amor y fe, sin embargo, su divinidad se expresa aún más en su casa en el Altar Sagrado. Cuando llegues a una iglesia, recuerda, el dueño te recibe con los brazos abiertos, salúdale y dale gracias por permitirte entrar a su casa, y por recibirte en su corazón. Ámalo en oración y con acción de gracias, haciendo lo que sabes Él espera de ti, tu visita es el inició de las buenas obras que debes llevar a cabo para agradarle y para que tu vida sea más feliz, si puedes de vez en cuando acude a una Hora Santa, tendrás una experiencia maravillosa junto a Jesús.

Tip: Si cuando entras al Santísimo ves una lampara roja prendida, ¡Jesús está ahí!

¡Gloria a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo!