MI PEQUEÑEZ

Tu tan grande y hermoso, tu tan Todo y yo tan nada, porque por ti soy, y sin ti no existo.

El amor de Dios es tan maravilloso, que nosotros siendo polvo, Él nos levanta y nos da todo sin medida, sin escatimar, nos entrega maravillas y alegrías que realmente ni siquiera merecemos y no nos damos cuenta, que desde el momento que nuestros corazones laten y podemos respirar es por su gracia y bondad, la familia, los amigos, el trabajo, TODO lo que somos, y tenemos es gracias a Él y sin embargo, no nos damos cuenta de eso, en realidad somos tan pequeños, indefensos y frágiles que si no fuera por el poder de Dios, su amor y su cuidado no podríamos hacer ni la mitad de lo que hacemos ni logramos.

Cuando de pronto en la mente entra la conciencia de que somos creaturas humanas con tantos defectos y tantos errores, y vemos al creador de todo con toda su inmensidad con tanta bondad, entonces nuestra vida cambia, pues nos damos cuenta que nuestra vida todo lo que hacemos es con un fin, y que vinimos justamente a cumplir la voluntad de Dios, la vida no es llenarse de cosas materiales, no es hacer daño, no es mentir, jugar con las personas, no es vivir para trabajar.

Nuestra corta existencia es para venir a cumplir una misión que Dios nos tiene encomendada, ayudar a nuestros hermanos, cuidar nuestro planeta, ser feliz y hacer felices a los demás, dejar una huella en cada corazón y hacer lo mejor que podamos cada día.

Somos pequeños, somos nada, pero Papá Dios nos da la posibilidad de ser alguien, de ser algo, de aportar en esta vida, no desperdicies tu tiempo en cosas temporales y vanas, en situaciones inútiles que solo restan energía a tu vida y a tu felicidad, utiliza tu tiempo para AMAR, que es la misión más grande a la que estamos encomendados, primero amar a nuestro Creador y Padre, pues Él nos ama infinitamente, amar a nuestros hermanos en Dios, a cualquier persona, el amor en este sentido se traduce en no dañar, y ayudar si es posible hacerlo, amar a todas las creaturas vivas y el planeta que Papá Dios nos dio, sin amor, la vida no tiene sentido, sin amor no somos nada, AMA dice el Señor y seremos agradables ante sus ojos.

No seamos soberbios, creyendo que somos invencibles, la pandemia nos ha enseñado, ahora más que nunca que la vida es un regalo que debemos aprovechar cada día.

En el nombre de DIOS, sea pues una vida útil, humilde y feliz, porque solo así, alcanzaremos el reino de los cielos, que es la vida verdadera.

¡Gloria a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo!